Cistitis

La cistitis es una inflamación de la vejiga. Muy a menudo, esta enfermedad ocurre en mujeres debido a las características estructurales del tracto urinario. La uretra femenina (uretra) se diferencia de la uretra masculina por su corta longitud y su luz ancha, así como por la ausencia de curvas. Esto facilita que la infección se propague desde los genitales externos hasta la vejiga.

Síntomas de cistitis

formas de la enfermedad

Las características del curso de la enfermedad permiten distinguir entre cistitis aguda y crónica. En el primer caso, la patología ocurre repentinamente y se caracteriza por síntomas vívidos y pronunciados. La forma crónica a menudo avanza en oleadas, los síntomas característicos aparecen y desaparecen y el proceso en sí se prolonga con el tiempo. Esto suele ocurrir en el contexto de enfermedades existentes del sistema genitourinario.

La forma aguda de cistitis obliga a consultar inmediatamente a un médico. El dolor intenso suele ir acompañado de incontinencia urinaria. Con un curso crónico, es posible que el paciente no tenga prisa, pero la situación en este caso es mucho más peligrosa. Si la inflamación dura mucho tiempo, las células del revestimiento de la vejiga pueden cambiar, lo que en última instancia puede conducir al desarrollo de un tumor canceroso.

Ambos problemas se pueden resolver con éxito consultando a un médico de manera oportuna. Siguiendo las recomendaciones de un especialista, los síntomas de la cistitis aguda se pueden eliminar en 5-7 días, con la inflamación crónica se necesitan al menos 10 días. Si la enfermedad progresa en oleadas, los intervalos entre ataques suelen ser de alrededor de un mes.

Causas de la cistitis

La principal causa de la cistitis son los patógenos: bacterias, virus, hongos. Muy a menudo, los médicos encuentran infecciones causadas por estreptococos, estafilococos y E. coli. Estos microbios pueden formar parte de la microflora normal de los genitales externos y entrar en el tracto urinario debido a una mala higiene o a una relación sexual sin protección.

Los urólogos incluso identifican la "cistitis de luna de miel" condicional, que a veces ocurre en mujeres que recién comienzan a ser sexualmente activas, en cuyo caso la microflora de la pareja se convierte en la causa de un fuerte proceso inflamatorio.

Las causas más comunes de enfermedad son también la mala higiene de los genitales externos, las aftas (candidiasis), así como diversas enfermedades de transmisión sexual y las alergias a los productos de higiene.

Cistitis durante la menstruación.

El sangrado menstrual es otra razón común para el desarrollo de cistitis aguda o exacerbación de cistitis crónica. La secreción sanguinolenta a menudo contiene una gran cantidad de bacterias que pueden ingresar a la vejiga. El dolor abdominal a menudo se atribuye a los típicos calambres menstruales.

Síntomas

Los principales síntomas de la enfermedad incluyen:

  • necesidad frecuente y dolorosa de orinar;
  • Dolor o malestar, hinchazón en la parte inferior del abdomen;
  • Ardor y dolor al orinar e inmediatamente después;
  • Cambio en la apariencia de la orina: turbidez, sangre, moco.

El informe de un médico.

En caso de inflamación severa, a los síntomas locales se les pueden agregar síntomas generales: fiebre, debilidad, escalofríos, dolor de cabeza. Si la inflamación ha afectado no sólo a la mucosa de la vejiga sino también a sus músculos, el paciente puede quejarse de una sensación constante de pesadez en la parte inferior del abdomen e incontinencia urinaria. La gravedad de ciertos síntomas depende en gran medida de la forma de la patología.

Cistitis y embarazo

Las mujeres embarazadas suelen sufrir infecciones de la vejiga. La mayor tendencia a la inflamación se explica por una disminución de la inmunidad general y local. Esto contribuye al agravamiento de diversas enfermedades latentes, incluida la cistitis. Un factor de riesgo adicional es la compresión constante del órgano por el útero en crecimiento, lo que provoca una necesidad frecuente de orinar.

La cistitis es muy peligrosa para una mujer embarazada y su feto, ya que puede causar complicaciones desagradables y peligrosas: pielonefritis (inflamación de los riñones), hipertensión arterial, alteración del flujo sanguíneo fetoplacentario y un mayor riesgo de aborto espontáneo.

cistitis hemorrágica

La cistitis hemorrágica es una forma especial, muy grave y peligrosa de la enfermedad que generalmente ocurre en el contexto de una infección por adenovirus. Se caracteriza por:

  • micción muy frecuente y dolorosa;
  • dolor abdominal intenso que se irradia al perineo;
  • la aparición de sangre en la orina;
  • intoxicación general, fiebre.

La aparición de sangre en la orina es una señal para buscar atención médica de inmediato. La cistitis hemorrágica puede progresar muy rápidamente, elevarse y causar pielonefritis. En casos graves, la infección ingresa a la sangre y se propaga por todo el cuerpo. A veces la enfermedad se vuelve crónica.

Cistitis en el cáncer

Si comienza a formarse un tumor maligno o benigno en la mucosa de la vejiga, esto afecta la capacidad del órgano para estirarse y provoca la necesidad de orinar incluso con una pequeña cantidad de orina. La enfermedad rara vez se acompaña de dolor intenso y, a menudo, se caracteriza por síntomas menores. Por esta razón, cualquier cistitis prolongada requiere atención especial y un examen exhaustivo del paciente para detectar la presencia de un proceso oncológico.

También existe la cistitis por radiación, que ocurre con la terapia adecuada. Las radiaciones ionizantes provocan atrofia de la mucosa de la vejiga y formación de cicatrices en la pared de la vejiga. Esto conduce a un deterioro gradual de la función del órgano.

Tratamiento de la cistitis

El tratamiento de la cistitis en una clínica profesional se lleva a cabo bajo la supervisión de urólogos experimentados. Antes de prescribir la terapia, el médico evalúa exhaustivamente el estado del paciente para seleccionar los métodos más adecuados. La investigación ayuda a aclarar las causas y la intensidad de la inflamación:

  • análisis generales de sangre y orina;
  • cultivo bacteriano en orina;
  • cistoscopia (examen de la vejiga desde el interior utilizando una óptica especial);
  • Ultrasonido de los órganos abdominales, riñones, vejiga y otros exámenes.

Por regla general, una infección de la vejiga se puede tratar de forma ambulatoria. El paciente se encuentra en reposo en cama o semi-cama en su domicilio y toma los medicamentos recomendados por el médico, respetando estrictamente el horario y la posología. Para eliminar la inflamación, se pueden prescribir medicamentos de diferentes grupos:

  • Antibióticos seleccionados teniendo en cuenta la sensibilidad del patógeno;
  • medicamentos antiinflamatorios en forma de tabletas, así como supositorios vaginales o rectales (en este caso, los ingredientes activos se absorben más rápidamente a través de la membrana mucosa y llegan al lugar de la inflamación);
  • Medicamentos antimicóticos contra el tipo de enfermedad fúngica;
  • Fisioterapia: electroforesis, fonoforesis, UHF, terapia de campos magnéticos, inductoterapia.

Es importante comprender que la automedicación para la cistitis está plagada de complicaciones. La enfermedad puede volverse crónica y provocar inflamación de los riñones, formación de quistes hidatídicos y otros problemas. Por las mismas razones, no debes cambiar tus medicamentos ni dejar de tomarlos sin permiso, incluso si tu condición ha mejorado.

dieta

La dieta para la cistitis está diseñada para facilitar el funcionamiento del organismo y normalizar la composición de la orina. Lo ideal es seguir una dieta láctea y vegetal con abundantes frutas, verduras y productos lácteos. Se recomienda limitar al máximo los alimentos grasos y fritos, los alimentos picantes y salados y el uso de especias. El alcohol en cualquier forma y dosis está estrictamente prohibido hasta que se complete el tratamiento. Sin embargo, el agua limpia debe consumirse sin restricciones y en mayores cantidades de lo habitual.

Recuerde que una infección de vejiga no es solo dolor o dolor al orinar. Una enfermedad insidiosa puede volverse crónica y volverse verdaderamente peligrosa. Especialistas experimentados de una clínica profesional realizarán los exámenes necesarios, harán un diagnóstico y prescribirán un tratamiento eficaz para eliminar la inflamación en el menor tiempo posible. No demore su visita al médico y regístrese en una clínica ante los primeros síntomas.