La cistitis es una enfermedad inflamatoria del revestimiento de la vejiga. Los principales tipos de cistitis son la cistitis bacteriana, viral, salina, aséptica por estancamiento venoso en los órganos pélvicos, la cistitis intersticial y la cistitis por radiación. Esta enfermedad debe tratarse sin falta para prevenir el desarrollo de un proceso crónico y pielonefritis secundaria como complicación de la cistitis.
Los especialistas de la clínica saben cómo detectar la cistitis a tiempo. Los urólogos profesionales prescriben una terapia eficaz y suave para detener rápidamente los síntomas de la enfermedad y mantener su salud.
Clasificación de cistitis
En la mayoría de los casos, la inflamación del revestimiento de la vejiga se produce debido a una infección en el cuerpo. En este caso, se diagnostica cistitis aguda. Si las tácticas de tratamiento son incorrectas o se ignoran los síntomas de la enfermedad, la cistitis aguda puede volverse crónica. En el curso crónico, la cistitis se manifiesta en forma de recaídas: los síntomas aparecen al menor debilitamiento del cuerpo y desaparecen indefinidamente.
Los urólogos también distinguen entre:
- Cistitis infecciosa. Lo más común es que la cistitis se produzca debido a infecciones de transmisión sexual (ITS). Pero también puede haber otras infecciones que lleguen a la vejiga debido a una mala higiene personal.
- Cistitis traumática. Este tipo de cistitis es poco común. La causa del desarrollo del proceso inflamatorio puede ser cualquier lesión durante intervenciones médicas y quirúrgicas. Por ejemplo, traumatismo durante el cateterismo vesical.
- Cistitis química. Ocurre por el uso excesivo de productos de cuidado personal y el uso de medicamentos potentes. Además, la cistitis química a menudo se diagnostica en pacientes sometidos a radiación o quimioterapia contra el cáncer.
La cistitis primaria es el daño primario a la vejiga y la manifestación de síntomas asociados con el daño a la vejiga; La cistitis secundaria se asocia con daño secundario causado por bacterias de los riñones o cambios en órganos y tejidos cercanos. Una infección renal clínicamente oculta a menudo se detecta en mujeres con síntomas de cistitis. En este caso se trata de una cistitis complicada en la mujer. Además, la cistitis puede ser la primera manifestación de una enfermedad urológica o complicar su curso.
Síntomas de cistitis
- necesidad frecuente e improductiva de orinar;
- Ardor y escozor al final de la micción;
- sensación de vaciado incompleto de la vejiga;
- orina turbia y espumosa mezclada con moco;
- olor acre y desagradable a orina;
- Dolor en la uretra y pelvis.
Si se presentan síntomas desagradables, consulte a un especialista. Los urólogos profesionales realizan un diagnóstico completo, hacen el diagnóstico correcto y prescriben un tratamiento eficaz.
¿Por qué ocurre la infección de la vejiga?
La cistitis en la mujer es causada por microorganismos de naturaleza bacteriana, viral y parasitaria. Muy a menudo, el agente causante de la enfermedad es la flora intestinal oportunista: Proteus, Klebsiella, Escherichia coli, Enterobacter, Streptococcus. La penetración de la flora intestinal en la vejiga se ve facilitada por una mala higiene personal, hipotermia, inmunidad reducida debido a fatiga o enfermedad, así como patologías del tracto gastrointestinal, lo que conduce a una violación de la proporción de flora oportunista a lactobacterias y bifidobacterias.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) a menudo causan inflamación del revestimiento de la vejiga. Debido a algunos síntomas similares, la automedicación puede permitirle elegir la terapia incorrecta, que solo elimina temporalmente los síntomas, pero no elimina la causa raíz. Por eso los médicos recomiendan buscar ayuda calificada.
Una de las formas de cistitis más desagradables para una mujer es la cistitis poscoital, que se asocia con la penetración de agentes infecciosos en la uretra durante las relaciones sexuales. Se requiere un examen de ambos socios, una consulta con un ginecólogo y un urólogo, así como una decisión sobre la necesidad de tratamiento quirúrgico o corrección de los tejidos blandos del perineo con preparaciones de ácido hialurónico.
Como muchas otras enfermedades, la cistitis puede ocurrir en el contexto de estrés neuropsíquico crónico, trastornos hormonales y enfermedades alérgicas. El efecto agresivo de los metabolitos de determinados fármacos, que se excretan en la orina e irritan la pared de la mucosa de la vejiga, también puede desencadenar la aparición de los síntomas de la enfermedad.
Factores predisponentes para el desarrollo de cistitis en mujeres:
- anomalías congénitas (quistes uretrales, estrechamiento de la uretra);
- uretra hipermóvil;
- predisposición genética;
- terapia con antibióticos y terapia hormonal seleccionada incorrectamente;
- cambio frecuente de parejas sexuales;
- falta de anticoncepción;
- Incumplimiento de las normas de higiene personal;
- Patología del tracto gastrointestinal.
Diagnóstico de la enfermedad.
Si se detecta al menos un síntoma de cistitis, se recomienda al paciente visitar a un urólogo. La clínica emplea urólogos masculinos y femeninos para garantizar la máxima comodidad del paciente. En la primera cita, el médico examina detalladamente su historial médico, escucha sus quejas y le hace preguntas sobre enfermedades anteriores del sistema genitourinario.
Para confirmar el diagnóstico de cistitis y excluir enfermedades graves de la vejiga (cáncer, tuberculosis), en las clínicas se llevan a cabo métodos de investigación instrumental y de laboratorio de acuerdo con las recomendaciones clínicas modernas para urología. Su médico puede sugerir las siguientes pruebas para diagnosticar una infección de la vejiga:
- examen bacteriológico de orina;
- PCR de orina para infecciones intracelulares y virales;
- Ultrasonido de riñones y vejiga;
- CT y MRI con agente de contraste;
- cistoscopia;
- Estudio urodinámico (uroflujometría).
El centro médico está equipado con los equipos de diagnóstico más modernos. Un cistoscopio se utiliza muy a menudo en urología con fines de diagnóstico. La uretrocistoscopia es un examen endoscópico de alta precisión del tracto urogenital que permite el diagnóstico de cistitis. Los procedimientos de diagnóstico, como la ecografía, también proporcionan información detallada sobre el estado del sistema urinario.
La cistitis en las mujeres suele ir acompañada de enfermedades ginecológicas como la colpitis o la vaginosis bacteriana. En la vejez, la infección de la vejiga en las mujeres se asocia con la menopausia. Teniendo esto en cuenta, el urólogo puede derivar a la mujer a una consulta con un ginecólogo.
El alcance del diagnóstico depende de los síntomas, las comorbilidades y el historial médico del paciente. No rechaces la prueba. Para hacer un diagnóstico correcto y prescribir un tratamiento eficaz, es importante que un médico determine la causa raíz de la enfermedad.
En el centro médico, todos los estudios se llevan a cabo utilizando equipos modernos, de alta tecnología y de primera clase. Especialistas experimentados ayudan a diagnosticar la enfermedad en una etapa temprana y asintomática para brindar un tratamiento oportuno y de alta calidad.
Tratamiento de la cistitis
No se recomienda el tratamiento de la cistitis, cuyos síntomas pueden ser tanto leves como graves, sin consultar a un urólogo experimentado.
En caso de cistitis, está indicado un tratamiento complejo que no solo elimina el patógeno y alivia el proceso inflamatorio, sino que también mantiene la inmunidad local. Generalmente se recetan medicamentos antibacterianos y antiinflamatorios. Es extremadamente importante seguir todas las instrucciones del médico y completar la terapia. Después de prescribir el medicamento, los síntomas de la cistitis desaparecen en 2 o 3 días, pero esto no significa que se elimine la causa de la enfermedad. Sólo un tratamiento completo puede garantizar que la enfermedad no pase a una fase crónica.
Los estudios de control basados en los resultados del tratamiento deben realizarse dentro de una semana después de finalizar el tratamiento, cuyo alcance lo determina el médico en cada caso individual.
La automedicación puede provocar una cronicidad del proceso inflamatorio, una exacerbación de la afección y la participación de los riñones en el proceso inflamatorio. La inflamación crónica aumenta el riesgo de cáncer. El uso incontrolado de terapia con antibióticos y otros medicamentos sin receta médica es inaceptable.
Complicaciones de la cistitis
Si se trata incorrectamente o en una etapa avanzada de cistitis crónica, son posibles las siguientes complicaciones:
- incontinencia urinaria;
- reflujo vesicoureteral;
- pielonefritis;
- Cistalgia.
Fisioterapia para la cistitis.
La fisioterapia ha demostrado ser particularmente útil como tratamiento de apoyo en el tratamiento de infecciones de vejiga crónicas y agudas en mujeres. La fisioterapia ayuda a mejorar la circulación sanguínea, estimular la microcirculación y normalizar el flujo venoso. Los procedimientos refuerzan el efecto del tratamiento farmacológico y ayudan a prevenir la cistitis. El médico puede recomendar lo siguiente:
- ozonoterapia;
- electroforesis;
- terapia de campo magnético;
- Terapia de ultrasonido.
Todos los tratamientos de fisioterapia se pueden realizar en una clínica especializada bajo la supervisión de fisioterapeutas experimentados.
Beneficios de tratar la cistitis en una clínica moderna
- Los especialistas realizan un diagnóstico completo, hacen el diagnóstico correcto y prescriben un tratamiento integral.
- Pruebas, tratamientos, rehabilitación: todo se puede hacer en una clínica.
- La clínica ofrece fisioterapia eficaz para una rápida rehabilitación después del tratamiento.
Prevención de infecciones de la vejiga.
Los urólogos recomiendan que las mujeres se sometan a exámenes preventivos anuales por parte de un ginecólogo y un urólogo y se sometan a pruebas. Esto le permite determinar oportunamente la presencia de inflamación en el cuerpo y prescribir un tratamiento. Muy a menudo, las enfermedades del sistema genitourinario "no duelen" y son asintomáticas.
Para prevenir la cistitis en la mujer también es recomendable:
- evitar la hipotermia;
- usar anticonceptivos;
- observar las reglas de higiene personal;
- Asegúrese de enjuagar los genitales externos con agua corriente antes y después de las relaciones sexuales.
- Evite posiciones sexuales traumáticas que puedan dañar la uretra.
- Use ropa interior holgada que no restrinja el flujo sanguíneo y el drenaje linfático.
- Trate rápidamente todas las enfermedades del sistema genitourinario.